Uno de los elementos principales en los sistemas de calefacción son los radiadores a gas; estos componentes son los encargados de intercambiar el calor entre el sistema de calefacción y el aire ambiental.
Tipos de radiadores
Existen dos tipos generales de radiadores: de agua y eléctricos.
Los radiadores de agua pueden ser, según el material del cual están fabricados, de panel de acero inoxidable, de hierro forjado o de aluminio; mientras que, por la cantidad de calor emitida por el sistema de calefacción pueden ser de alta o baja temperatura.
En cuanto a los radiadores eléctricos, estos pueden ser de aire, de fluido caloportador y de cerámica.
Ahora bien, la elección de un determinado tipo de radiador debe depender exclusivamente del sistema de calefacción que se tenga pensado instalar. Para los edificios, no son funcionales ni se recomienda la instalación de radiadores eléctricos centralizados, pues estos están diseñados para espacios pequeños; en tal virtud, a continuación, trataremos sobre los radiadores de agua.
Características de los radiadores de agua
Este tipo de radiadores es el ideal para los sistemas de calefacción a gas. Los radiadores a gas se pueden clasificar según el material del que estén construidos, tales como:
Radiadores de hierro fundido
Son los más resistentes y durables; conservan el calor por más tiempo. Sus desventajas son el peso y la inversión, además se tarda en llegar a la temperatura deseada.
Radiadores de aluminio
Económicos y ligeros; alcanzan la temperatura en un corto periodo; trabajan por convección (el calor es transportado por el movimiento del fluido) y radiación (transferencia de calor por medio de ondas o fotones). Como factores en contra tenemos que se enfrían rápidamente y son menos resistentes que los de hierro fundido.
Radiadores de chapa de acero inoxidable
Corto lapso para alcanzar la temperatura programada; longitudes y alturas adaptables a cualquier espacio; resistentes; económico y ligeros; trabajan por convección y radiación; la única desventaja de estos radiadores es lo compleja que resulta su instalación.
Clasificación de radiadores a gas según la temperatura del agua
Otros tipos de radiadores son los que se clasifican según la temperatura del agua que contienen, tenemos así:
Radiadores de alta temperatura: Trabajan con temperaturas de agua cercanas a los 70 ° C, se pueden utilizar tanto en instalaciones individuales como en centralizadas.
Radiadores de baja temperatura: La temperatura del agua circulante en su interior oscila entre los 55 ° C en la impulsión y los 44,5 ° C para el retorno.
Actualmente, los radiadores de baja temperatura se consideran los más eficientes del mercado, por su poca inercia térmica (esto hace que alcancen la temperatura programada en poco tiempo); por su ahorro de energía y por su fácil adaptación a los sistemas de calefacción con calderas de condensación.
Si bien los costos de adquisición e instalación de los radiadores de baja temperatura son un poco elevados; estos se recuperan rápido, pues, al tener un salto térmico inferior, el ahorro de combustible al calentar el agua es bastante representativo.
Mantención de los radiadores a gas
Si en su edificio o condominio el sistema de calefacción es centralizado, recuerde que se debe velar por la correcta mantención cada cierto tiempo. El responsable de estas labores, así como de su correcto funcionamiento es su administrador de condominio, en caso de que lo tenga; si, por el contrario, aún no tiene un personal calificado que atienda todos los detalles legales y de certificaciones consúltenos. Somos Tu Administrador Chile, tu empresa de administración de condominios y edificios.